Carnaval


La noche era fría pero el ambiente estaba caldeado. Ambos fueron a la fiesta por separado y quedaron en verse allí.

  El garito estaba que reventaba; brujas, héroes y demás mezcolanza de personajes, bailaban por la pista cuando se vieron a lo lejos. Marta iba de oficial de Star Trek y Leo de oficial de Star Wars.

Al encontrarse, lo primero que hicieron fue decir "vamos de franquicias equivocadas" y se rieron.

Empezaron a bailar, conforme pasan los minutos, se acercaban más y más. Se rozaban mientras se notaban el uno al otro.El tiempo iba más lento en ese metro cuadrado de la pista donde ellos estaban. Las luces verdes, rosas y azules les teñían mientras cada vez se rozaban y se tocaban más. Marta le susurró al oído que estaba harta de fiesta y quería estar a solas con él. Ambos salieron rápido de allí cogidos de la mano. Por la calle no podían dejar de besarse y tocarse, deseaban devorarse el uno al otro.

Llegaron a la casa de Leo, no hablaron, simplemente se arrancaron los disfraces. Desnudos el uno frente al otro, ella le agarro su miembro erecto y notaba como palpitaba, le beso y le empujó a la cama.

Marta se le tiró encima y Leo la agarró del trasero. Ella comenzó a mordisquearle la oreja mientras se rozaban sin penetrar, lo bueno se hace esperar, pensaba ella. Se olían, se saboreaban, se disfrutaban. Leo decidió que ya le había dejado dirigir suficiente a Marta, la cogió de la cintura y la giró tan rápido que ella no se dió cuenta. 
Él se puso encima y ella boca abajo. Le apartó el pelo y comenzó a besarle el cuello. Fué bajando lentamente, serpenteando su espalda, acariciando con sus manos sus costados como si tocara un tesoro. 
Llegó a su trasero y mordió sus cachetes sonrosados. Marta estaba excitadísima, clavaba sus uñas en la espaldas de Leo, sabía lo que iba a llegar... La penetro mientras la mano de él la sujetaba de la baja espalda.

El ritmo iba in crescendo, Marta mordía la almohada para no gritar y alarmar a los vecinos mientras llegaban a la muerte dulce.

Minutos más tarde, ambos estaban tirados en la cama desnudos, con las sábanas empapadas y las respiraciones agitadas... La vida era como un carnaval.

Comentarios

Entradas populares