La primera vez
Cuando sus manos se
entrelazaron, una explosión mutua de calor surgió entre la pareja de amantes.
El primer beso hizo que él la agarrara de los muslos para atraerla hacia su
piel. Ella no cerró los ojos, quería ver su cara, quería recordar cada
centímetro de su rostro cuando estuviera dentro de ella por primera vez. Un
susurro al oído de “te amo” se reflejó en las pupilas dilatadas de ella, por el
éxtasis al sentir su unión.
Sus sexos palpitaban y fluían al mismo ritmo que sus corazones. Ella
recorrió su espalda con sus dedos, él mordió su cuello, se perdió en su melena
mojada.
Piel con piel, ella se convirtió en él y él en ella.
La intensidad aumentó, el ritmo se aceleró, los ojos se pusieron en blanco.
Surgieron las palpitaciones y extremidades contraídas.
Mares de placer inundaban sus rojos cuerpos, unidos hasta el infinito. Él descansaba sobre su pecho, ella le rodea con sus piernas….
Sus corazones latirán al mismo ritmo por siempre.
Un relato de @Kinoel82
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