La playa
La brisa marina envolvía sus cuerpos, el romper de olas les bañaba bajo
la luz plateada de la luna llena, en el mes de agosto.
Los amantes dejaban volar sus pasiones más ocultas en el silencio de la
madrugada.
Ella estaba sobre él desnuda, su pelo bailaba al viento en un desenfreno
mezclado con sus gemidos de gozo.
Él revolviéndose y revolcándola sobre la arena, que se mezclaba con sus
cuerpos mojados para penetrarla más fuerte y sentirse más unidos, si eso era
posible.
Gustosa, le agarra del pelo para acercarlo a su cuello mientras
aprovecha para morderle. Aspira el suave aroma de su nuca que huele a sal y
placer…
Los dedos de la amante se clavaban en la arena mojada en cada
arremetida, dejando la huella y firma de la pasión de ambos.
La espuma de mar y la luna fueron testigos de su pasión aquella noche.
Un relato de @Kinoel82
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